22 de febrero de 2012

Persiguiendo a Amy. 14.-Leonardo

Hacía mucho que no tonteaba con una mujer. Como falso noble, se había hecho pasar por prometido de la revoltosa en más de una ocasión, lo cual no le permitía semejantes escarceos. Luego, con los italianos, se había metido en varios líos de faldas... alguno con mal final, por desgracia, pero desde que habían dejado al más joven en el camino, Leonardo no había vuelto a tontear con una mujer.

Sin embargo esta era bastante bonita y, no solo eso... parecía ser ella quien tonteaba con él, con esa sonrisa y esa mirada... ¡E invitándole a comer! Leonardo sonrió recordando los escasos escudos que le restaban en el bolsillo. Si no lo metía en una celda, al menos iba a sacar algo en limpio.

Leonardo le ofreció el brazo y ella lo tomó, guiando la marcha hacia un palacete en el que solicitó audiencia, verificando sus peores temores. Si era realmente noble...

- ¿Os gusta el lugar? Es la casa de un viejo amigo de mi padre, un notable abogado. Él me ayudará a llegar a Zaragoza dentro del plazo previsto, y sana y salva.

Leonardo admiró el delicado mobiliario y los tapices de la pared. La casa de un abogado... Se quedó de pie, cerca de ella, paseando por la habitación. Los abogados le daban muy mala espina. Acostumbraban a tener documentos de todo y de todos, y eran los primeros en encontrar lagunas en sus historias... Aunque por otra parte...

- ¿Y vos, mi señor? ¿Qué haréis vos cuando cobréis lo que se os debe?

La joven dama (ahora sí que no le quedaba otra que admitir que era una dama) lo sacó de su ensimismamiento.

-¿Yo? Pues... Lo mismo que hasta ahora, supongo. Escoltar al padre Lázaro en su misión -si conocía a su hermano como lo conocía, después del primer acto en el camino, la actuación seguiría esa dirección -y seguir buscando a la revol... a Amelia. A la joven por la que os pregunté cuando nos conocimos. -Le dedicó una media reverencia antes de seguir. -Quizá vuestro amigo el abogado la haya visto o haya oído hablar de ella... Aunque si os soy sincero... -y realmente lo era -no me importaría volver a pasar una temporada en un palacete como este.

Y acompañó sus palabras con la sonrisa más enigmática de su repertorio.

No hay comentarios: