19 de mayo de 2010

Vuela

No había nada que a Neme le gustase más que la sangre. Ese fuego líquido que bajaba por su garganta y se extendía hasta la punta de sus dedos. Adoraba el calor que le proporcionaba, la fuerza, el poder.. No, nada le gustaba más que la sangre.
Sin embargo sí que había algo que casi podía compararse con ella. Era volar.
Siempre que le dejaban salir de casa, Neme buscaba cualquier excusa para echar a volar, ya fuera una invitación a jugar (dichosa niña que no se asusta... ¡jopetas!) o la búsqueda de una nueva zona de caza.
El viento frío no le molestaba, le gustaba sentir cómo revolvía sus rizos rubios convirtiéndolos en lo que su madre tendía a llamar "una mata estropajosa", le gustaba sentirlo en la cara y le gustaba el azote de sus ropas, el ruido, el paisaje huyendo (¡ja! ¡me teme hasta el paisaje! ¡huye, cobarde!) bajo su menudo cuerpo...
Si, a Neme le gustaba volar, así que esa noche, como tantas otras, en cuanto le permitieron cerrar los libros (¡jopetas! ¡buscar otra palabra no! deberia quemar el diccionario...) se echó la capa por los hombros y se dispuso a surcar los cielos amparado por la luna.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

¿Vuelé?
¡Viva viva! ¡Volar! Y más Neme ^_^
¡Nena gutta! ^_^
De lo del diccionario vi esto y me acordé de Neme y de ti ^_^
http://pordondemeda.tumblr.com/post/613570555/miniyo-critica-literaria-hoy-diccionario
Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuua
Kimu

Anonymous dijo...

muas-muassss
buenasssssssss...apenas tengo tiempo, pero tenía que pasar a visitarte...
un relato fantasía-fantasía...o no???...jejejjejejeje...
me ha encantado...tiene un punto lunero-lunero...
besos-besos
el vecino del 4º