23 de abril de 2011

Capítulo 5 - Las fotos

Colgó aún más asustado, si eso era posible, y aún sin saber qué hacer.

- Vamos, Sombra... Esto es demasiado chungo...

Se frotó la cara con las manos, con fuerza, como para intentar despertarse, y luego bajó las manos y se frotó el cuello y la nuca.

- Venga, va... céntrate... tienes que salir de aquí...

Quería hacerle caso al Gato. Realmente quería hacerlo. Se acercó, casi temblando a la puerta, pero el peso de la cámara le hizo girarse de nuevo. ¿Quién podía desaprovechar una oportunidad así? Un asesinato... Podría sacar unas fotos... Y si encontraba cómo venderas sin levantar sospechas, seguramente se podría sacar una pasta. Aparte de que seguramente le tendrían en cuenta para...

El chasquido del disparador de la cámara lo sobresaltó. Ni siquiera había sido consciente de que la estaba sacando de la funda y la estaba montando.

No quiso pasarse. El cuerpo estaba allí, en la alfombra, rodeado de un charco de sangre sobre el que descansaba su cabeza. Apestaba, a pesar de que no tenía pinta de llevar mucho allí, y a Sombra le volvió a asaltar esa sensación de náusea. Otra foto. Otra. Y otra más.

No quería adentrarse en el sálón, pero algo en la mesa llamó su atención. Había varias fotos, y se acercó a verlas. Tuvo que cerrar los ojos y respirar con calma unos segundos para no vomitar.

Y entonces fue cuando oyó la sirena de la policía en la calle. Oyó el frenazo del coche y el ruido de puertas y se maldijo por no haberle hecho caso al Gato. Se asomó a la ventana y los vio caminar hacia el edificio. Cogió las fotos de la mesa, con un gesto rápido.

-Maldita sea... es que además son buenas las jodidas...

Y echó a correr hacia la puerta. Pasó la manga del jersey por la manilla, como había visto hacer en las películas, para borrar las huellas y cerró la puerta con llave. Se la guardó en el bolsillo y bajó corriendo por las escaleras, incapaz de esperar por el ascensor. En el rellano del primero frenó, con el consiguiente resbalón. Casi se rompe la crisma. Oía a los policías hablar en el portal.

-Si es que eres idiota, Sombra... ¿Y ahora, qué?

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Eso... ¿Ahora qué?

a) Intenta pasar entre la policía haciéndose el avión y mintiendo de ser preciso.
b) Vuelve al piso y se encierra confiando en que la policía vaya a otro lugar.
c) Se entrega a la policía y les cuenta todo el follón.
d) Pide asilo en casa de cualquier vecino.
e) Cualquier otra feliz idea. ¿Como qué? ¡Coméntamelo!

(No seáis malas pécoras, que os conozco, y dejad vuestro voto en la columna de la derecha del blog...)

2 comentarios:

JM dijo...

Yo opto por ninguna de las anteriores, porque la vecina del 1º ha bajado a tirar la basura y se ha dejado la puerta del piso abierta y Sombra aprovecha para colarse en el piso e intentar saltar por la ventana que da al callejón

danolas dijo...

Hacerse el avión es demasiado arriesgado, dejarse coger no es una opción, entrar en casa de un vecino es factible pero este hombre tiene demasiada resaca para poder hacer una buena actuación...

Mis opciones serían: A) No ser idiota y sacar la tarjeta de memoria de la cámara. Si puede, ocultarla en alguna parte como por ejemplo una maceta. Ya sería cosa de ir a buscar esas fotos después si fuera necesario.

B) Si es necesario, bajar a uno de los pisos vecinos y pedirle un par de huevos a uno de los vecinos/as. Para no levantar sospechas de resaca y sobre las sirenas sería cosa de fingir que es sordo, esto es, hablar con un tono raro y fijarse mucho en los labios de la persona en cuestión.

C) Rezar.