17 de junio de 2010

Gritar en la noche

El cielo está cuajado de estrellas. Brillantes luciérnagas estáticas soñando en su mundo a miles de kilómetros. Luciérnagas como las que bailaban a nuestro alrededor camino al Fuerte Monteratti. Estas no bailan, pero aún así son preciosas. Sopla el viento y, así, sola en la calle, por un segundo solo deseo alzar los brazos y gritar. Y gritarle a mi vampirillo de tirabuzones rubios que venga a buscarme y me lleve de caza esta noche con él. Quiero gritar e invocar como antaño a mi adolescente Rey de los Sueños para que me guíe por su mundo onírico. Gritar y que mis rebeldes gemelos me enseñen a reír, y a enfrentarme al mundo. Y que mi espía rubio comience un tiroteo.  Y que mi asesino me lleve a correr por los tejados.
Por un momento susurro como un preámbulo a mi llamada el primer nombre.

-Neme, llévame esta noche contigo de caza.

Pero oigo las voces de los chicos del pueblo al otro lado de la iglesia, y el momento se pasa.
Y sigo caminando. Dispuesta a saludarlos, a quedarme un rato con ellos... rato que hago que termine pronto. Somos diferentes. Yo no soy tan real. Quiero volver con mis sueños. Poder gritarles de nuevo.
Pero no esta noche.
Otra vez será.

1 comentario:

Anonymous dijo...

¡Yo también quiero gritaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar!
¡Neeeeeeeeeeeeemeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!
Kimu