15 de septiembre de 2010

Silencio

Neme no viene a mí. Vaileor suena apagado, al igual que Zeta o Lireia. Arke no puede ser cruel porque sus ojos están demasiado tristes e Ígnea sigue volando en círculos, perdida.
Y ahora sólo me queda una dosis alta, muy alta, de melodrama. De melodrama barato e insustancial.
Y todo porque me falta. Y todo porque Mica no está. Porque me había acostumbrado tanto a su silenciosa presencia por las noches, bolígrafo en mano, antes de dormir. Porque me había acostumbrado tanto a su sonrisa irónica en mi boca cuando todo iba mal, a su desprecio por las lágrimas y la debilidad, a su embriagada locura y a su punto de amor y dependencia por todos y por todo... Porque me había hecho fuerte amparada, escudada en su fuerza.
Porque Mica estaba tan dentro de mí que ahora el vacío es más grande de lo que nunca, ningún personaje, había dejado en mí. Ni siquiera "él". Porque me ha dejado tan sola en este mundo de papel que a veces me falta el aire, que he perdido el rumbo y no sé si ni siquiera Silver, él que todo lo podía, sería capaz de sacarme de esta infinita noche sin tejados ni luna. 

1 comentario:

Anonymous dijo...

Jopetas...
Ups...
Sí ya te lo dije yo... No puede ser... No puede irse... Está por ahí, en alguna parte... no te despidas... volverá... ya verás... Te vigila desde un tejado, ratoncilla :*
Ánimo :*********
kimuko