25 de junio de 2011

Capítulo 9 - El sueño

Cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás apoyándola en el asiento. Estaba agotado. No había sido un día agradable, menos aún para llevarlo con semejante resaca.
No entendía absolutamente nada. No sabía de dónde había salido aquel cadáver, qué había pasado la noche anterior, qué coño le pasaba a Gato y, ya de puestos, qué coño le había pasado a él. Había rechazado una cita con Ella, había estado haciéndole fotos a un cadáver (tanteó la cámara para comprobar que seguía colgada de su hombro), había huído, sí, podía decirse que había huído de la policía y lo habían perseguido cuatro tipos y luego, además...

El ruido del bus se fue tamizando poco a poco...

Negro.

Silencio.

Tarja baila sobre una mesa, poco vestida, mientras a su alrededor, una marabunta de gente aplaude. Hay copas, muchas copas sobre la mesa, tanta que le sorprende que no tire ninguna al bailar. Alguien vacía un vial en una copa.
Una copa para una chica rubia y una joven con el pelo corto, mechas azules y varios piercings le sonríe.
-¿Quieres una copa, guapo?
Y la cerveza es muy amarga, tanto que acaba por escupirla al suelo.
Hay una calle mojada y Tarja ya no es Tarja, es un tipo con una pistola y el Gato está frente a él.
-Lo haces tú o lo mato yo.
Pasan los trenes y hay un puñado de fotos sobre una mesa y...

Alguien lo estaba sacudiendo.

-Oye, chico, si buscas un sitio donde dormir, te pagas la habitación en un hotel, esto no es una pensión.

Sombra parpadeó, aún medio dormido.

-Si no, te bajas del bus y si quieres volver, pagas otro billete.
-¿Pagar qué?
-El viaje. Anda, largo de aquí.

El conductor seguía teniendo cara de malas pulgas así que se bajó del bus. Aún tenía el número de la mensajera en la mano así que sacó la cartera para guardarlo. Dentro, se encontró con un recibo de la consigna del tren.
Hacía años que no viajaba en tren.

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Sombra entonces...

a) Se busca un bus (o taxi) para ir a la estación de tren.
b) Prueba suerte con la mensajera.
c) Lo intenta de nuevo con el Gato.
d) Se vuelve a casa a dormir de una dichosa vez.
e) ¿Otra? ¿Cual? Contádmelo, a mí los exámenes me tienen sin ideas.

Encuesta capítulo 8

¿En qué momento se me ocurrió pensar que Sombra no daría ese viaje en bus?

Os pido mil perdones por haber tardado tanto, pero como excusa diré que tenía exámenes, que me fui toda esta semana a Zamora a hacerlos y no había internet y que de momento he aprobado dos de los tres exámenes que fui a hacer...
Mañana la continuación.

4 de junio de 2011

Capítulo 8 - El 17

Saltó al autobús justo cuando se estaban cerrando las puertas. Pasó por alto la mirada furiosa del conductor y sus quejas, mientras sacaba un par de monedas del bolsillo y las tiraba sobre el mostrador, dando saltitos nerviosos. Tan solo murmuró un "lo siento, tengo prisa" entre jadeos. Estaba hecho una mierda, ya no tenía edad para correr así... El conductor arrancó, sin echar una ojeada a los tipos que seguían a Sombra, rebuscó entre las monedas y le tiró el cambio sobre el mostrador, con un mal gesto. Una de las monedas rodó y cayó al suelo. Sombra decidió dejarla allí. No era tanto dinero, no valía la pena. Y si se agachaba, estaba seguro de que acabaría en el suelo.

Al dirigirse a los asientos aún vio a los tipos (cuatro tipos) correr unos metros tras el autobús y hacer gestos hacia él. Fijo que estaban mentando a la madre del conductor. Durante unos instantes le dieron pena. Habían perdido el bus... Luego, recordó que lo estaban siguiendo y casi sonrió.

-Joder, Sombra... te estás compadeciendo de un puñado de matones que quieren darte una paliza... ¿Qué coño has bebido?

El móvil empezó a sonar por tercera vez mientras se dejaba caer pesadamente en un asiento. La mujer de al lado le envió una mirada fulminante cuando casi se sentó (desplomó) sobre su bolsa de la compra. ¿La bolsa había pagado billete? No, ¿verdad? Pues él sí... Delante, un chico con los cascos puestos lo miraba divertido. Si aún se iba a estar riendo de él...

Se echó hacia atrás y levantó la cadera para sacar el teléfono del bolsillo. Junto con el teléfono, sacó un papel doblado al que apenas hizo caso.
Gato.

-¿Se puede saber dónde coño te has metido? Llevo la vida esperándote.
-Estoy en el 17.
-¿Qué?
-En el bus. El 17. ¿Tienes idea de a dónde va?

Se oyó como un suspiro al otro lado del teléfono.

-Sorpréndeme.
-Te lo estaba preguntando. -Se giró intentando mirar por las ventanillas. El autobús había enfilado en dirección oeste. -Creo que voy en dirección contraria.
-¿Y se puede saber qué coño haces en bus en dirección contraria? ¿Tú te has propuesto acabar conmigo o qué? Mira, anda... a ver si tenemos suerte y esa línea te lleva directamente a la mierda.

Y colgó.
Qué bien, no había pasado ni medio día y ya se había empezado a acostumbrar a eso de que le colgaran...

Se echó hacia delante, sujetándose la cabeza con las manos, mientras la mujer de al lado seguía refunfuñando. Había comprado pescado, podía olerlo. Volvía a tener náuseas. El papel, que aún sujetaba en la mano, le hizo cosquillas y lo desdobló para mirarlo. Había estado jugueteando con él durante la llamada. Era el número de la mensajera. Lo había olvidado por completo.

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¿Qué hace Sombra?

a) Baja del bus y vuelve a casa a buscar la cámara.
b) Baja del bus y va a la tienda del Gato.
c) Baja del bus y llama a la mensajera por si sabe de qué va el tema.
d) Se acomoda en el asiento y se hace la línea del 17.
e) Otra. ¿Cuál? ¡¡Cuéntamela!!