25 de mayo de 2011

Encuesta capítulo 7

Sí, lo sé, voy retrasada y todo eso...
Pero estamos de exámenes, dadme un respiro, que no doy... no doy...

La encuesta de este capítulo (ya iba a escribir mes...) se cierra tal que así:


En breves procuraré ofreceros el próximo ;)

16 de mayo de 2011

Capítulo 7 - La plaza

Dos pasos rápidos a la derecha. Dos a la izquierda. Los dos tipos (altos, anchos de hombros, camiseta sin mangas, músculos marcados, cual sacados del anuncio de un gimnasio) le cerraban el paso allá dónde se moviera.

-Llevas una cámara muy bonita…

Pensó en señalar tras ellos gritando cualquier estupidez, un “mirad, es Richard Clayderman” o algo por el estilo, y echar a correr, pero era todo ya demasiado absurdo así que decidió, simplemente, echar a correr.
Atravesó la carretera esquivando los coches aparcados. ¿Qué otra cosa podía hacer? No le atropelló un coche de puro milagro y el frenazo de otro le puso los pelos de punta. Tenía buenos frenos, buenas ruedas, vaya, eso era innegable. Apoyó la mano en el capó gris al tiempo que el coche se detenía y los pitidos histéricos le atravesaron dolorosamente el cerebro.
No se paró a escuchar las imprecaciones del conductor, por supuesto. Los dos tipos de gimnasio ya corrían detrás de él y, a juzgar por la cantidad de pasos golpeando el asfalto a sus espaldas, no eran los únicos. No quiso girarse a mirar. Simplemente, corrió calle abajo todo lo que le dieron las piernas, sin saber muy bien hacia dónde tirar.
Por si no fuera bastante, le empezó a sonar el móvil.
Tropezó con una pareja que venía de frente y los oyó maldecir a sus espaldas. Alguien gritó algo tipo “¡ladrón!”, y de pronto se sintió el centro de las miradas y la agresividad de la gente de la calle. Vio a una señora levantar el bolso para atizarle al pasar, incluso. Derrapó al llegar a la plaza, tropezando con el bordillo de la acera, manteniéndose en pie de puro milagro.

-Vale, Sombra, bien, la plaza…

Al menos ahora tenía una mínima idea de dónde estaba. Como a medio kilómetro de su casa, cogiendo la calle hacia el norte, y a un kilómetro de la tienda del Gato, hacia el este. No es que fuera un genio de la orientación, pero era fácil reconocer los puntos cardinales cuando en el centro de la plaza había una gran rosa de los vientos.
También había un autobús en la parada. El 17. Estaba pensando en que no recordaba haberlo visto en su vida, cuando el móvil, que al fin se había callado, volvió a empezar a sonar, poniéndole banda sonora, de nuevo, a los pasos de sus perseguidores.
Por la mente de Sombra apenas pasó una palabra. Y ni siquiera podía considerarse como tal.
Argh 

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Esto empieza a superar al pobre Sombra... ¿Qué hace ahora?

a) Sigue corriendo hacia su casa.
b) Sigue corriendo hacia la tienda del Gato.
c) Se sube al autobús, confiando en que los otros no lo hagan.
d) Se para en la plaza y contesta al teléfono.
e) Otra cosa. ¿Cuál? ¡Contádmela aquí!

13 de mayo de 2011

Encuesta capítulo 6

Pues parece que blogger anda un poco idiota, porque me borró la entrada de ayer y hoy no me dejaba acceder...

Os dejo, de momento, el resultado de la encuesta.

Agrego también el contador de visitas, que me pareció un número muy bonito (estuve por actualizar la página, a ver si me contaba uno más =P )





12 de mayo de 2011

12 de mayo

Día de la fibromialgia.

Sé que os doy la vara todos los años, pero nunca está de más informarse un poco.

(A la noche o mañana, capi nuevo, blablabla)

3 de mayo de 2011

Capítulo 6 - La huída

-Vamos, Sombra... No te pongas nervioso...

Respiró hondo y se recolocó la bolsa de la cámara, acercándose a las escaleras. Ya había bajado el primer escalón cuando se paró en seco. Sacó la cámara y le quitó la tarjeta de memoria. Se la guardó en un bolsillo, pero a su mente llegó la imágen de alguna película o algún libro o... o tal vez tan solo fuera una estupidez momentánea causada por la resaca y el miedo, pero la sacó inmediatamente del bolsillo y se la escondió en el calcetín.

Se puso las gafas de sol y bajó los escalones con cuidado, intentando mostrarse indiferente. Difícil. Notaba cómo le sudaban las manos y no podía dejar de temblar. Y seguía teniendo náuseas y seguía teniendo resaca y...

Le pararon tan pronto puso la mano en la puerta. Por un momento, viendo cómo discutían con una de las vecinas en la puerta, pensó que iba a librarse, pero una mano sobre su hombro le quitó toda esperanza.

- Disculpe, ¿podría respondernos a unas preguntas?

La mujer empezó a gritar algo sobre acoso y abuso de la autoridad cuando el otro guardia le pidió que le enseñara el bolso. Sombra suspiró y accedió.

- ¿Vive en el edificio?

- No, estaba de visita. -Mierda, Sombra, mierda... ¿De visita a quién?

- ¿A quién vino a visitar?

En ese momento, otra mujer salió del ascensor y enseguida se unió a las quejas de la primera. El guardia dejó a Sombra para intentar poner paz y éste aprovechó para huir. Las dos mujeres gritaban tanto que pensó que de esa vez le estallaba el cerebro, pero tuvo que agradecerles, mentalmente, su intervención. Se escabulló por la puerta y echó a caminar calle abajo. Pensó que sería menos sospechoso que correr y... vaya. Y tampoco se sentía capaz de ello...

Giró la esquina y se encontró de frente con dos tipos que enseguida le sonrieron y le cerraron el paso. Quiso esquivarlos, pero ellos se movieron, volviendo a ponerse frente a él.

- Genial...

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¿Cómo se libra de ellos?

a) Gira hacia la carretera y cruza corriendo.
b) Da la vuelta.
c) Se mete en una pelea.
d) Otra cosa. ¿Cuál? ¡Cóntádmela!

(Lo siento, estoy un poco cansada y carente de imaginación con esto de los exámenes. Pero en cuanto acabe prometo ponerme las pilas.)