25 de febrero de 2010

Este finde regreso...

Y tendré 4 exámenes en 3 días.
Y me estoy estresando.
Y odio FOL pq me parece una asignatura aburriiiiiida.... y es la más larga y pesada y [insértense aquí un grupo de adjetivos despectivos].

Y no salieron las dos notas que tengo pendientes, lo cual me estresa aún más...

Argh!!!

Me da que esta semana os volvéis a quedar sin Neme...
xDDDDD



Ah, y Ayo dice que mi nueva historia da mal rollito... creo que lo tomaré como un cumplido :P

17 de febrero de 2010

Cuestión de conciencia



 




Neme tenía los pies mojados. Llevaba un buen rato de pie en la nieve, asomado a las ventanas de una pequeña calle. En la que estaba ahora asomado, dos niños estaban sentados en el suelo de un salón, viendo la tele con sus padres.
Neme tenía sed. Mucha sed. Paseaba la lengua, nervioso, sobre los dientes.
Golpeó la ventana muy despacio y se acercó un poco. Los niños solían tener mejor oído y, a veces, ese truco le funcionaba.
La golpeó un poco más fuerte, preparado para huir en el caso de que se volvieran los adultos.
Tuvo suerte, y fue el más pequeño de los dos niños el que lo vio. Le hizo un gesto, concentrando todo su poder hipnótico. El niño se levantó y corrió hacia la puerta mientras Neme se retiraba a una esquina oscura.
El problema fue que, cuando el niño salió a la calle, los padres le seguían de cerca.
-Ahí había un niño, hay un niño, mamá...
Neme tuvo que apresurarse para poder sujetar al niño que corría hacia él, y llevárselo de allí antes de que llegaran los padres.
Se lo llevó volando. El niño ni siquiera gritaba alucinado por el vuelo. Pero cuando Neme lo dejó en el suelo sí que empezó a gritar. A gritar y a temblar. Neme se frotaba las manos, complacido.
Tras deshacerse del cadáver, regresó a casa.
¿Que si se arrepentía alguna vez de lo que hacía? Por supuesto: ahora mismo estaba muy pero que muy arrepentido. Tremendamente arrepentido: había sido un irresponsable, los padres le habían visto (¡a ver cómo se lo contaba él ahora a los suyos!) y solo se había llevado a uno de los niños. ¡Y ahora al otro lo tendrían super protegido! ¡Jopetas!


6 de febrero de 2010

Ficción vs realidad

 



El militar la escoltó hasta la estación de tren.
No le quedaba más remedio que subir...
Varias horas después llegó a su estación: allí le esperaba un Guardia Civil para llevarla al cuartel donde pasaría las siguientes noches hasta que, tras varias pruebas, de nuevo el Guardia Civil la sube a un tren para, horas después, estar de nuevo en manos militares.