22 de julio de 2009

Cristina lost in conference

Hace como dos años que os prometí los capítulos que os prometí los capítulos 3 y 4 de Cristina... pero qué le vamos a hacer, soy así de perdida... os lo dejo (el 3) antes de hacer la cena ;)


CRISTINA CONTRA LAS GEMELAS RADIOACTIVAS (Chapter #3)

A Cristina le gustaban los sellos. Esos sellos que se mojan en tinta y al ponerlos sobre el papel dejan dibujitos, de esos que algunos llaman tampones. Pero a Cristina ese nombre no le gustaba así que ella compraba sellos. Tenía sellos de muchos colores, con los más variados dibujos. Tenía, incluso, sellos de esos que están al extremo de un boli.

Un día, llamaron al timbre de la casa de Cristina. Era la vecina que tenía que hacer unos recados y dejaba a Cristina a sus dos hijas pequeñas, Dina y Mina, para que las cuidara.

Antes de que nacieran, la madre de Mina y Dina debió sufrir la picadura de algún raro bicho radioactivo, ya que Dina y Mina eran algo tan extraño como gemelas. No solo gemelas, sino total, completa y absolutamente iguales e idénticas. Sólo se diferenciaban en que Mina era traviesa y Dina MUY traviesa.

Además. Dina y Mina tenían superpoderes. Cuando se ponían a jugar, a saltar, a correr, a”traviesear”, en vez de dos, Mina y Dina semejaban ser doscientas.

Así que Cristina se vio en un gran aprieto. Dina y Mina empezaron a hacer de las suyas y Cristina gritaba:

-¡Mina, quieta! – Pero era Dina y seguía moviéndose.

-¡Dina, silencio! –Pero era Mina y seguía gritando. (¿O era Dina haciéndose la Mina?)

Mina (¿o Dina?) abrió los grifos y Cristina tuvo que cerrarlos.

Dina (¿o Mina?) vació los armarios y Cristina tuvo que llenarlos.

Mina (¿o Dina?) descolgó todos los cuadros y Cristina tuvo que colgarlos.

Dina (¿o Mina?) tradujo todo el Quijote al polaco y Cristina tuvo que devolverlo a su idioma para que Sancho no se marease.

Finalmente Cristina, cansada y harta, decidió hacer algo para que el asunto no se le fuera de las manos.

-¿Y si estuvierais en clase solas antes de que llegara la profesora qué haríais?

-Meterle una rana en la taza.

-Ponerle pegamento en la silla.

Y como Cristina era muy lista y sabía que la profesora de Mina y Dina era bióloga y vestía de Versace, decidió que lo primero era ser traviesa y lo segundo era ser MUY traviesa, de modo que la primera era Mina (y la marcó en la frente con un sello en forma de oveja) y la segunda, por eliminación de sujetos, era Dina (y la marcó con un sello de alcachofa).

Así, como siempre acertaba, pudo mantener a Dina y a Mina bajo control el resto de la tarde.

Y Cristina redibujó a Chofi (con Mina y Dina había sobrada energía) y los cuatro se fueron a jugar al parque.