17 de junio de 2005

Despedida y cierre...

Bueno, el martes no fue un buen dia, tenemos que comentar...
Por la manhana carga de bolsas y maletas de Anastasia, por la tarde idem pero con Marià.
Dos que se han ido ya y lo que duele...
Y tres que quedamos.

Yo ya tengo billete, el 12 vuelo de Milan a Madrid. Una vez en Madrid... Dios dispondra que suele decirse. A la aventura, no tengo ni billete de avion ni de tren ni de bus ni pienso comprarlo. Llamare a Nacho si ya esta de vuelta o a Sara o a Alba si aun sigue por alli cosa que dudo. Casa en Madrid no creo que me falte, aunque igual tengo suerte... (supongo) y viene a buscarme mi padre. Ya se vera.

Me siento cansada. Realmente cansada. Duerma mucho o poco llego a casa por la tarde y estoy muerta de suenho. No estoy estudiando mucho pq no puedo, empiezo a leer cualquier cosa y me empiezan a bailar las letras. Salir?? No estamos saliendo demasiado, el otro dia fuimos a ver el ultimo concierto de Ramon y companhia y volvimos a casa antes de q acabara, por eso del ultimo bus... la verdad, me quedo pena por el concierto pero yo ya no podia mas.

Hace un calor insoportable, no se la temperatura que habra, pero es inaguantable hasta para mi... hace tanto calor que empiezo a tener frio...

Bueno, no se me ocurre mucho que contar. A las 3 tengo un examen de informàtica que tengo que aprobar COMO SEA pq la siguiente opcion seria el mismo 12 de julio y va a ser que no... mierda. Y es mas que jodido...

Beh, y nada mas. No os tomeis el titulo al pie de la letra, volvere... es una amenaza.

13 de junio de 2005

Torino and the japaneese world

Bueno, pues la verdad es que no tengo mucho que contar... el sabado nos fuimos a Torino, Marià, Adriana, Gabi y yo. No esta mal... aunque fue todo un lio, estaba todo en obras y por reformar... que perros... sobre todo me mosqueo lo de la armeria (una de las mas grandes del mundo... yo queria...) y que no se pudiera subir a la Mole desde... ese dia!!!!

Muchos museos cerrados, muchas calles cortadas, muchas obras por todas partes... que pena...

Bueno, al menos el museo del cine estuvo muuuuuy chulo :P

En una de estas que estabamos probando un chocolate (Marià y Gabi no pudieron resistirse a la tentacion y se hicieron la "choco-pass") aparecio un grupo de japoneses camara de television en mano y estuvieron entrevistando a Gabi. Si, si, a Gabi... y que bien que se desenvolvio la tia, que ni nacida delante las camaras :P

Y yo me volvi sabado a estudiar y ellos se quedaron hasta el domingo, que yo pase en casa zascandileando por casa y estudiando la dichosa literatura francesa...

Ah, y como nota al pie... mi ordenador se murio... sip, el portatil (el otro, el de casa, tb se lo cargaron...) Si antes no apagaba ahora no enciende... "Yujuuuuu"... cazzo...

6 de junio de 2005

Homenaje a Nacho

Va be’, eras tú quien siempre decías vamos al castello todos juntos, vamos… eras tú quien siempre querías pasear, caminar… al final por unas y por otras nunca fuimos. Nunca te acompañamos. Y al final se nos hizo tarde.
Por eso el sábado subimos por ti. Los cuatro. Era nuestro “pequeño” homenaje a la distancia. ¿La tarea más dura? Convencerme de las horas de caminata. Nacho quería que subiéramos todos, quería subir, todos juntos. Ok, va be’, no soy capaz de estudiar, va be’ y ya no más.
Zapatillas de deporte, algo “por si hace frío”, una recarga para el móvil y la cámara de fotos. Equipaje indispensable. Y una botella de cocacola como extra para el camino. Y primeros pasos de subida.
Después de la primera cuesta yo ya estoy cansada. ¡¡Al primero que se queje al fiume!! ¡¡Menos tú, a ti te mandamos a Albania!! (adivina quién dijo eso…) Trago a la botella, dos segundos y de nuevo a caminar. Paso, tras paso, el castillo no parece que se acerque ni un milímetro. Siempre allí, lejos, tan tan lejos…
Allì està, a lo lejos esperando...
Comienza la subida por el medio del monte. Se acabó el terreno “fácil” ahora empezamos el terreno “peligroso”. Piedras, plantas, y el sonido de los cencerros de las ovejas (parada fotográfica a las ovejas… de ésta no adjunto documento, son muy aburridas). Un poco más adelante se pierden los cencerros y nos saludan los cucos. He aumentado mi número de tropiezos por paso… pero el trayecto aún es admisible. Si no fuera porque me voy quedando atrás cada vez más… los pierdo en las curvas… allá los veo, esperándome otra vez…
Ya llego, chicos, solo dos minutos, otro trago, un respiro, retomamos… si yo soy la más lenta ¿porqué llevo la cámara? Por favor, que otros hagan las fotos, gracias. Y ahora pasa delante, te queremos delante, veinte metros por delante de nosotros, pero no tardan en adelantarme de nuevo…
A ver, que...
El castillo empieza a verse más cerca. Si no fuera por orgullo, por el objetivo, ya habría dado marcha atrás. Mejor aún, chicos yo me siento aquí y os espero a que bajéis, pero me callo y continuamos, paso a paso. Sigo adelante porque he automatizado mis movimientos, ya casi ni siento las piernas, ¿cómo era eso que decías que caminar era ir cayéndose hacia delante? No recuerdo exactamente cómo era, pero qué razón… Los vuelvo a perder, dios, mira que soy lenta…
Llegoooooo...
Parece que el camino mejora, cruzamos un puente, por favor que lleguemos ya… hace un rato que el castello se ha dejado de ver… un par de tropiezos más, ahora sí que no se oyen las ovejas, solo el viento y los cucos… un poco más, solo un poco más… está atardeciendo. Y por fin aparece, el fuerte, frente a nosotros, tan cerca… y aún “tan” lejos…
ce la ho fatta!!!
Bueno, ya estamos aquí, este es nuestro propósito, este era nuestro propósito, saco el móvil… subimos para esto, para llamarte, para decirte que estamos aquí y que no tengas miedo, mira que eres idiota… ¿cómo te vamos a olvidar? Y éste es nuestro homenaje.
Hola hola adivina que!!Al habla una rusa...Reforzando puente aereo... qué, cacho de carne!!Hasta Gabi al teléfono!
El sol se pone mientras vemos “exploramos” el Forte Monteratti. Grande, oscuro, vacío, arruinado, y sin embargo no deja de ser bonito, no deja de tener su encanto… Subimos a la segunda planta, la tercera es inaccesible, las escaleras se han caído. Salimos a la parte de atrás, más fotos, más tropiezos, más sonrisas, nos perdemos los unos a los otros en la oscuridad, nos reencontramos. Una mirada al vacío desde la muralla, foto de grupo, piedras caídas, galerías amplias… creo que en ese momento el castillo reapareció como fue hace tantos años, volvieron a surgir sus gentes en medio del polvo. Quizá. Cuatro castillos resurgieron y se formaron ante nosotros. Anastasia cantaba un aria en una sala de baile mientras yo veía llegar al enemigo desde las ventanas de una sala de armas. Quién sabe, quizá ninguno tenía razón, quizá todos… Damos otra vuelta, me subo al tejado y Marià me hace bajar porque ha cedido en varios puntos. Volvemos ya a oscuras al primer piso, se da por finalizada la inspección, presenten armas, pelotón mar-chen.
Que bello...
Un pezzetino
Galeria interior
Foto de grupo
Al borde del abismo
Bajamos entre grillos y luciérnagas. Sí, luciérnagas. Sería muy poético decir que nos venían iluminando el camino de vuelta… pero sería demasiado falso. Lo que sí que puedo decir es que nos vinieron acompañando todo el camino. Una imagen muy bonita, ver las sombras de los demás rodeadas de luces que los envuelven, que las rodean… una imagen muy bonita las pocas veces que puedo separar la vista del suelo para evitar caerme. Ahora sí es realmente difícil caminar. Y tanto. Me tuerzo el tobillo izquierdo y el dolor me bloquea por un instante, pero sé que si me paro luego no voy a poder continuar, así que sigo detrás de ellos. Al cabo de un rato, los músculos calientes, parece que me deja de doler. Vamos despacio, los otros se paran a esperarme cada poco tiempo, aunque en algún momento tengo que llamarlos… chicos, hace tiempo que no os veo… no te preocupes, nosotros te vemos a ti. Aún así no puedo dejar de tropezarme, de apoyarme mal, hacerme daño con las piedras… Me tuerzo el tobillo por segunda vez y ahora ya no hay calor que valga. Me trago las lágrimas porque si lloro no veo el suelo, y ya es la cuarta o la quinta vez que estoy por caerme. Y eso que el camino de bajada se hace más lento. Quizá porque parte la paso del brazo de Marià y hablando con casa por teléfono. Llegamos a la parte final, me apoyo en la barandilla y poco a poco bajamos, mientras cargo todo el peso en mi mano, esquivando orugas y arañas.
Fin del trayecto. Llegamos a casa. Hemos terminado aquello que queríamos hacer, aquello que teníamos que hacer. Por ti. Aquello que tendríamos que haber hecho contigo…